21 enero 2012

Alcazaba de Málaga















Fenicia, romana, visigoda, bizantina, musulmana, cristiana y de los turistas. Siempre unida a los avatares de la ciudad, que llegó a integrarla tanto en su casco urbano, que casi la hizo desaparecer rodeada de viviendas hasta fechas muy recientes.
Nosotros hemos conocidas las casas adosadas a la muralla en el actual paseo de Don Juan Temboury, que recibe el nombre del gran restaurador de la Alcazaba a partir de los años cuarenta del siglo XX.
Como anécdota podemos contar que mi madre vivió, sobre los años treinta, en una de dichas casas, vecina a la del poeta Salvador Rueda, y mis tíos, usaban como campo de futbol, el vecino solar del actual Banco de España.
Un poco antes, en la segunda década del siglo VIII, se inicia la historia musulmana de la Alcazaba al ser levantada por Badis-Maksan en los primeros años de la conquista árabe. En tiempos del primer emir del al–Andalus,  Abd el Rahman I se mejora su estructura y murallas. Tras la caída del Califato en 1026 se convierte en fortaleza-palacio de los reyes de Taifas de Málaga y en 1238 pasa a ser residencia del gobernador del reino nazarí de Granada, hasta que el 19 de agosto de 1487 tras un largo y cruento asedio cae en manos de los denominados Reyes Católicos.

14 enero 2012

Casa Lola, lo mejor de Málaga










Si quieres empezar por un caldo de puchero muy caliente y entonarte después con un vino excelente, puedes venir a Casa Lola, donde las tapas son de rechupete : la gambita, el jamón, la melva, la ventresca, el montadito, la carne mechada… para que seguir, la carta ancha y larga da para varias temporadas.

12 enero 2012

Sin prisa, sin tiempo.






Un sueño ser brisa, y mirar cara a cara a la mar, desde la arena, en la orilla de la playa, sin prisa, sin tiempo.
Mirar el horizonte allá donde luce el sol como la plata. Recorrer caminos sin fin, anchos como el mar. Recalar en otras tierras, de otros mares, cerca de Pacanda, sin prisa, sin tiempo.
Descansar en playas incógnitas, levantar el vuelo y volver, volver sin prisa, sin tiempo.
Volver a pisar la arena en estas playas de ensueño de la Malagueta.

07 enero 2012

Cuando entra el taró, Nerja




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En Nerja, taró es la niebla que nace en el mar con la calma de levante, y va invadiendo la costa en un abrir y cerrar de ojos, para posarse en tierra y levantarse como por encanto.
Según algunos, taró es una palabra fenicia que hemos heredado en la costa de Málaga y a pesar de los siglos trascurridos aún no recoge el diccionario de la Real Academia de la Lengua.


  Mi niña, entre la bruma, soñaba ayer con el taró de Almijara, esa niebla que subía por el río de La Miel y llegaba a los pies del cortijo Mariquita Vela, donde mi madre siempre me contaba el mismo cuento : pues señor, esto era una vez...

   Con el taró, se iniciaba el canto de las sirenas de los barcos, como un lamento al no poder ver el horizonte, y los motores de las traíñas, hacían tal eco en la misma niebla, que pareciera salir de la sierra en lugar de la mar.
   A veces llegaba a perderse incluso el perfil de los olivos, y en esos casos, Dolores, cogía la gran caracola marina, que siempre estaba en el alféizar de la ventana y soplando con todas sus fuerzas, sacaba de ella un lamento largo que viniese a contestar el que nos llegaba del mar.

   Los dos perros, León y Canela, quedaban inmóviles junto al escalón de la puerta, conocían muy bien que no podían entrar en el cortijo, pero se acercaban lo más que podían al umbral, por si los quejidos de la mar trajesen algún peligro.

   En un momento, después, como por encanto,  el taró desaparecía, empezaba a verse el perfil de las colinas frente a la casa, algunos olivos recortados sobre la misma niebla y por último con toda claridad, la viña con la antigua calera donde ahora retozaban las crías del zorro, ajenas al taró, a los barcos y al canto de la caracola.
   Con el sol, volvía el ajetreo de la vida, los perros a lo suyo, cazar saltamontes o hacer como que los cazaban mientras correteaban por la era. Frasquito aparejaba a Romero, el mulo noble que nunca protestó y siempre estaba dispuesto para trabajar. Le colocaba las pedreras, pero en este caso, era para llevar las cántaras de agua  a llenar en la fuente Garcelán, cerca del río de La  Miel.

   Nosotros nos dedicábamos a reparar nuestra escopeta, hecha con los tallos del hinojo, para, con unos balines del mismo material ir cazando lagartijas del muro,  que cuando salía el sol, tanto se cubría de ellas. Era difícil errar el disparo, claro, éramos de fácil conformar y con los rabos nos dábamos por satisfechos.
Ayer en el Balcón de Europa, pude disfrutar de como el taró desde la Punta de la Mona iba invadiendo los acantilados de Maro y Cerro Gordo y al llegar al pueblo  se disipaba en un "volao".

03 enero 2012

Mañana de enero en Nerja







 
Los amigos del blog ya conocéis mis  querencias de Pacanda y Nerja, no por eso quiero privaros de la luz en esta mañana de enero, andando por el pueblo.
El Almendrón y el Tajo el Sol destacaban con una nitidez espectacular, a pesar del anticiclón que se ha quedado a vivir en el invierno de Nerja, la sierra parecía poder tocarse con la mano, y algunos pinos se dejaban casi trepar.
Los invernantes paseando por la playa de Burriana, incluso los más atrevidos, en el agua, claro que con 20º C, tampoco hay necesidad de ser muy valiente; y la recoleta playa del Salón,  encantadora desde el Balcón de Europa, donde las palmeras recién podadas recortan su silueta ante la sierra.
En las calles, ventanas y balcones florecen al sol del invierno. He querido destacar solo dos detalles para no hacer muy cansado el recorrido.
Espero que sepáis perdonar, si abuso de vuestro tiempo, mostrando una vez más las bellezas de mi Nerja.

01 enero 2012

Torrijos y Picasso, Málaga










Durante los largos años de la dictadura, el general Torrijos y Pablo Ruiz Picasso fueron dos personalidades ajenas al vivir de los malagueños.
Aunque se mantuvo en pie el obelisco homenaje a Torrijos y sus 48 compañeros fusilados en la playas de El Bulto por defender la constitución de Cádiz en contra del absolutista Fernando VII, estaba tan cubierto de laureles y buganvillas, que no se podían leer las proclamas en honor de los mártires liberales.
Ni que decir tiene que Picasso y su obra, fueron tan denigrados, que muy pocos conocíamos su casa natal, ocupada muchos años por una tienda de ultramarinos.
Hoy la plaza de la Merced es un espacio abierto en homenaje a Torrijos  y a Picasso, destacando en todo su esplendor el obelisco a los liberales y la estatua del genial Picasso sentado al sol, en la puerta de su casa.
Si a esto añadimos que en la última remodelación, gracias a la lucha vecinal, se ha conservado la barandilla decimonónica, que rodea toda la plaza, y se ha conquistado para los peatones toda la fachada norte, no podemos sino alegrarnos de la cosmopolita Málaga de hoy, donde las palomas miran tranquilamente la plaza desde el mismo balcón que lo hacía Picasso niño.